SOLSTAFIR: UN NUEVO AMANECER ISLANDES DEL POST-ROCK/METAL
Solstafir (rayos crepusculares en islandes), ha sido una de
esas bandas que ha tenido un cambio drástico con el pasar de los años. En sus
inicios, hacia los años 1994, tocaba metal vikingo, pero conforme ha pasado el
tiempo, la temática se ha vuelto más personal, intimista y trascendental. En donde vemos los resultados de dicho cambio:
en su reciente disco titulado “Otta”, que en español significa amanecer.
Y si los vemos con mas detenimiento, si es un amanecer de
esta banda que ha pulido su sonido cada vez mas, y que se empezó a gestar desde
sus primeros discos: “Khold” y “Svartir-Svandar”, reemplazando el Viking Metal
que en sus orígenes practicaban, para dar paso a a un Post Rock, que en
ocasiones se puede confundir con el Doom Metal.
Iniciando el disco encontramos un hermoso tema emotivo
llamado “Lagnaetti”, para dar paso a la canción del cual se titula el presente álbum.
Es un tema algo melancolico de desamor y desolacion al estilo de artistas como “Antonio
Aguilar”, o el mismo “Juan Gabriel”, pero más potencializado y refinado, en
cuanto a Música y letras se refiere.
Otra de las canciones interesantes que se puede encontrar en
este álbum es “Dagmal” (tercera hora), es una canción en donde se habla de la
noche y de la ausencia de amor, en una forma interesante y metafórica, además
de crear un atmosfera increíble, como si se estuviera volando por el espacio,
sin necesidad de levantar tan siquiera los pies.
Para finalizar recomiendo el penúltimo de tema de este LP, “Miðaftann”
(cena), por ser de corte mas tranquilo, abrazante y lleno de ansiedad al mismo
tiempo, ya que sus letras hablan de una introspección del ser a través del
viaje por las montañas y el mas.
En este disco el sonido nos refleja como si estuviésemos en los mismos
campos islandeses, llenos de volcanes y campos verdes armoniosos. La técnica de
ejecución de los instrumentos, es menos volátil que en sus dos discos
anteriores, dando un ambiente al escucha de estar en un verdadero viaje hacia
su interior. En fin, se los recomiendo mucho, para aquellos que desafían las
reglas de lo establecido y se atreven a explorar nuevos sonidos dentro del
Metal.
Quiero agradecer a Nelson Varela y a su sello discográfico Sylphorium
Records, ya que en manos de su empresa pude conseguir este material que en
nuestro país es demasiado escaso.
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